Para tener clara la relación entre los bancos centrales y la banca comercial es importante conocer una característica fundamental respecto de esta última. Como norma, las empresas suelen tratar de disponer del saldo suficiente de tesorería que les permita hacer frente a sus deudas, ya que de lo contrario podrían entrar en lo que se conoce como suspensión de pagos. No es lógico por tanto que una empresa busque endeudarse a corto plazo para invertir a largo plazo. No es una estrategia financiera lógica para el funcionamiento de una empresa, ya que en este escenario hay un descuadre de tesorería y una descompensación de los flujos de caja que hace que debamos pagar por nuestras deudas antes de lo que ingresamos por la rentabilidad de nuestras inversiones.
Sin embargo, sí que existe un tipo de empresa que basa su negocio en este tipo de estrategia. Lo habéis adivinado, son los bancos.
Al hacer un depósito en un banco, tenemos derecho a recuperar ese dinero en cualquier momento. Luego en realidad, se puede decir que el banco tiene una deuda con nosotros. El banco considera que podemos retirar el dinero en cualquier momento, ya sea hoy mismo, mañana, o dentro de un año. Ese es el horizonte temporal que el banco maneja para los depósitos, por lo que considera la deuda con nosotros como una deuda a corto plazo (plazo inferior a 1 año). Sin embargo, el banco realiza sus propias inversiones con un horizonte temporal mucho mayor, ya que por lo general invierte a largo plazo. Por tanto, vemos que existe un descuadre de tesorería entre el activo y el pasivo de un banco.
Para compensar esta incertidumbre en la liquidez, los bancos lo que hacen es prestarse el dinero unos a otros. Como cada uno maneja depósitos distintos y clientes distintos, lo que en un momento le puede sobrar a uno a otro le puede hacer falta. Por eso los bancos intercambian flujos de dinero entre ellos todos los días, se conceden préstamos entre sí y se los van devolviendo. Es lo que se conoce como el mercado interbancario. De hecho, pequeño apunte, seguro que habéis oído hablar del Euríbor. Pues el Euríbor sale de aquí, del mercado interbancario, y no es otra cosa que el tipo de interés medio al cual los bancos se prestan el dinero entre ellos. Es por tanto un índice, que nos indica por dónde van los tiros a niveles de tipos de interés en los mercados. Cuando el Euribor sube, es indicativo de que los bancos se prestan el dinero entre ellos con menos frivolidad, y es síntoma de que hay poco crédito o poca confianza en los mercados (en teoría).
A pesar de la existencia del mercado interbancario, puede ocurrir que un banco no disponga de crédito al que acudir. Es ahí donde aparecen los Bancos Centrales. Una de sus funciones es la de poder imprimir billetes para prestárselos a los bancos comerciales y permitir que el crédito siga fluyendo. A través de estas inyecciones de liquidez periódicas, los bancos comerciales pueden hacer frente a sus obligaciones y deudas a corto plazo, mientras esperan que las inversiones a largo se vuelvan rentables.
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